Muchas veces me piden oración por un difunto, alguien amado profundamente, y la pregunta que surge espontáneamente es: ¿Cómo se llamaba? ¡Qué tremendo error! La pregunta correcta es ¿cómo se llama? Por supuesto, nuestro ser amado no ha desaparecido, sino que ha salido del tiempo para ingresar a la vida eterna, destino del que ninguno de….